Guía sobre los tipos de aditivos. Descubriendo las claves de su aplicación en la práctica del hormigón.

¿Qué son los aditivos? ¿Cuáles son los tipos más comunes? Y sobre todo, ¿para qué se usan? En este artículo daremos respuesta a estas tres preguntas para adentrarnos en el mundo de los aditivos para hormigón y mortero, y brindar así conocimientos especializados a los profesionales de la construcción para optimizar sus procesos y mejorar la calidad de sus proyectos.

Los aditivos para hormigón y mortero son los elementos indispensables en los hormigones actuales, desempeñando un papel crucial al mejorar las propiedades y el rendimiento de estas mezclas fundamentales. Antes de sumergirnos en la diversidad de aditivos disponibles, es vital comprender su función esencial.

En pocas palabras, los aditivos son elementos que se integran al hormigón durante su elaboración, con el objetivo de modificar propiedades en estado fresco o endurecido. Con una dosificación máxima de hasta un 5% del peso del cemento, los aditivos más comunes son: plastificantes / superfluidificantes (multifuncionales), acelerantes y retardantes de fraguado y aireantes. ¿Su misión? En estado fresco, facilitar la puesta en obra y obtener una óptima compactación, aún en condiciones extremas o bombeo complejo, y en estado endurecido obtener excelentes acabados y un hormigón muy resistente y durable.

Plastificantes y superplastificantes: transformando la trabajabilidad

Comenzamos nuestro viaje explorando los plastificantes y superplastificantes, aditivos que desempeñan un papel crucial en la mejora de la trabajabilidad del hormigón. Estos compuestos no solo facilitan la colocación y la compactación, sino que también contribuyen a la durabilidad final de la estructura al reducir la cantidad de agua necesaria para mantener la consistencia deseada y por lo tanto la porosidad del hormigón endurecido. Este ahorro de agua es beneficioso tanto para el medio ambiente como para el resultado final, puesto que mejora la durabilidad y permite construir estructuras con una vida útil de más de 100 años, logrando una elevada sostenibilidad de la construcción.

Acelerantes: agilizando el tiempo de fraguado en climas fríos.

En la construcción, el tiempo es esencial, y es aquí donde entran en juego los acelerantes de fraguado. ¿Tienes un proyecto con plazos ajustados y en época de frío? Estos aditivos son la respuesta. Aceleran el proceso de fraguado del hormigón, permitiendo que alcance resistencias iniciales en un tiempo considerablemente más corto para desencofrar y descimbrar la estructura. Esto acelera la construcción, y es crucial en condiciones climáticas adversas, donde se necesita una progresión rápida. La capacidad de adaptación de estos aditivos es fundamental para cumplir con los plazos y mantener la eficiencia en diversas circunstancias.

Retardantes de fraguado: ganando control sobre el tiempo

En situaciones opuestas, donde se busca el control sobre el tiempo de fraguado, los retardantes son esenciales. Estos aditivos ralentizan el proceso de fraguado, proporcionando a los fabricantes de hormigón preparado un control absoluto sobre el tiempo de vida útil del hormigón fresco, lo que facilita el transporte en óptimas condiciones y a los constructores les da más tiempo para colocar y vibrar el hormigón. Esto es especialmente valioso en proyectos que requieren una manipulación más compleja y laboriosa o en climas cálidos donde el fraguado rápido impediría la ejecución correcta de las obras. La capacidad de ajustar el tiempo de fraguado ofrece una flexibilidad valiosa en una variedad de escenarios de construcción.

Superplastificantes: logrando altas resistencia y baja porosidad sin sacrificar trabajabilidad

Si buscas la combinación perfecta de resistencia, durabilidad y trabajabilidad, los superplastificantes son la respuesta. Estos aditivos permiten la reducción significativa del contenido de agua en la mezcla sin comprometer la trabajabilidad. El resultado es un hormigón altamente resistente y duradero, ideal para proyectos que exigen altos estándares de rendimiento. La capacidad de mejorar la resistencia sin sacrificar la trabajabilidad brinda a los constructores una herramienta poderosa para lograr estructuras sólidas, duraderas y por lo tanto de muy alta sostenibilidad.

Aditivos especiales: innovando para desafíos únicos

En la construcción moderna, nos enfrentamos a desafíos únicos, y es aquí donde entran en juego los aditivos especiales. Desde inhibidores de corrosión hasta aditivos para hormigón impermeable, pasando por compensadores de retracción, y aditivos expansionantes para hormigones con grandes exigencias en losas de los centros logísticos. Estas soluciones personalizadas se abordan según las necesidades específicas. Este nivel de innovación no solo amplía las posibilidades en la construcción, sino que también impulsa la sostenibilidad y eficiencia en proyectos modernos. Al abordar desafíos específicos, estos aditivos especiales demuestran la capacidad de la industria del hormigón para adaptarse y mejorar continuamente.

Comprender la diversidad de los aditivos es clave para una construcción robusta, sostenible y duradera. Cada tipo de aditivo tiene su función única, y elegir la combinación correcta marca la diferencia en términos de rendimiento y durabilidad.

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